martes, 16 de septiembre de 2008

Fe...............


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Si hay alguien especial en mi vida.. a Sido él, kizas mis creencias son muy distintas a las demás.. es cosa de fe,
Cosas mágicas me han pasado,, cuando me e sentido tan vacía..
hay algo q me llena el alma.. es una presencia tan maravillosa.. es sentirlo tan adentro con tanta emoción..
como por ejemplo un día.. caminaba un poco confundida, cansada,
hacia mi trabajo.. y extrañamente se acerca un hombre de la nada.. y me dice, Dios te ama.. con un gran desinterés.. lo mire .. le sonreí.. le di las gracias.. y me sentí tan llena en ese momento.. por q lo sentí conmigo.. apesar de todo lo q me sucedía en aquel momento.. cuando muy creyente.. aunque no asista a una iglesia.. Siempre esta presente en mi diario vivir.. Hoy le agradezco por la vida, por mi salud.. por ser mi guía espiritual..
Hoy te pido por la gente q quiero.. que le den fuerzas a su familia.. a ella.. q tu sabes q la quiero mucho.. a mi dame sabiduría para dar la PsU.. No quiero fallarle a la gente q confía en mi.. ni a mi misma q creo q es lo Principal no?..
Ahora me voy.. agradeciendo el dia tan maravilloso q me diste..

martes, 2 de septiembre de 2008

Mi Conciencia habla..

Quizás lo más importante de tener un bajo concepto de ti misma, es la sensación interior de impotencia… de no tener la capacidad para lograr lo que te propones.
Del miedo a los demás o creer que son superiores en forma alguna a ti.
Del creer que no eres lo suficientemente especial como para ser querida, valorada… amada.
De no creerte digna del amor y del aprecio.
Lo curioso, es que tienes lo mismo que los demás ¿Porqué te sientes menos entonces?
Mi primera observación, es que cuando tú eras pequeña, eras audaz, atrevida…curiosa. Aprendiste a patinar después de muchas caídas y moretones. Claro, llorabas, pero de ninguna forma pensabas acerca de ti que eras una tonta o algo así ¿verdad?
Simplemente te levantabas y seguías intentándolo… hasta que aprendiste a patinar. Nunca asociaste tu valor personal al que te cayeras y tropezaras. Simplemente seguías intentándolo por inercia, como algo instintivo y natural.
Eras feliz, no importando si eras pobre. Nunca pensabas en ti en términos de valía. Simplemente disfrutabas cada momento, jugabas, reías, llorabas, preguntabas…
Te perdías en la vida. Jamás te pasaba por la mente pensar en abstracciones acerca de tu valor.
El bombardeo para crearte una baja auto-valoración, surge por una necesidad temprana de tus padres de controlarte. Eres tan libre, segura de ti, inquieta, que creas molestias.
Entonces, tus padres intentan “domarte” desde que eres pequeña. “Si no te comportas, ya no te voy a querer”, “Si te portas bien, te compro algo”, y así, empiezas a dominarte y ahogar a tu verdadero ser.
Luego, la competencia entre padres, de que su hija es mejor, más alta o más inteligente que las otras… y te enfrentan contra tu primo, tu hermano… como si fueran gallitos de pelea, no?

Cuando vas a la escuela, convives con compañeritos que a su vez son bombardeados por sus padres con buenas dosis de críticas… y recuerda que los niños son fiel reflejo de lo que sus padres les dicen.
Los niños repiten fielmente lo que les dicen sus padres. Entonces, si un niño que recibe un mensaje en su casa “eres un tonto”, a la vez él te va a decir “eres una tonta”. En verdad comienzas a pensar que lo eres.
Entonces, es cuando comienzas a crear mentalmente una baja imagen acerca de ti. Y descubres que si haces lo que tus padres y compañeros te dicen… tendrás la etiqueta de niña buena, bien portada y decente…
Y comienzas a decir lo que los demás desean oir… actuar con miedo, no sabiendo si tus palabras serán aprobadas por los demás, y toda tu vida te vuelves títere de los deseos de otras personas.
Sobre todo, los padres son muy importantes en estas primeras etapas de tu vida. Y si tú como joven, sientes que fracasas mucho… el éxito es un fracaso de una cuantía mayor.
El fracaso se asusta y huye, ante la persistencia…
Bueno… a estas alturas ya habrás comprendido que tú por naturaleza deberías tener un sano concepto de ti misma… es más, ni siquiera el concepto debería estar en tu mente.
Deberías estar perdida viviendo, tanto, para no darle tiempo a tu mente para pensar en eso…
A la acción… los fantasmas aterradores de los pensamientos se esfuman. Es como si de súbito, te hubieras dado cuenta que eres capaz de hacer gimnasia, aunque seas gordita… o de jugar basketball, aunque seas de estatura baja
En tales casos, tendrías que empezar a entrenar y a hacer ejercicios para tener elasticidad y ser hábil, verdad?
Lo mismo cuando se trata de volver a creer en ti. Es como cuando te dicen “ya no lo pienses mucho ¡hazlo!”. Lo primero en que tienes que concentrarte es en actuar. Actuar como tú lo sientas y tú quieras ser.
Hay mucha gente que utiliza el manejo del bajo concepto de muchas personas para otros fines. Busca un sitio en el que te sientas absolutamente seguro y nadie te interrumpa. Cierra los ojos y relájate por completo, sabiendo que estás a punto de aprender a brindarte protección psicológica.
Recuerda cualquier situación molesta en la que te hayas sentido invadido por energías hostiles. Visualízate allí y evoca a quienes te acompañaban. ¿Qué es lo que hicieron o dijeron? ¿Cómo te sentiste? ¿Cuáles fueron tus reacciones?
Ahora imagina que comienzas a andar para distanciarte de la situación, y llegas a una bonita casa antigua.
Has oído que pertenece a una persona anciana y sabia. La puerta está abierta y no hay nadie a la vista; así que decides explorar. Subes las escaleras hasta la planta superior, muy aireada y luminosa.
El sol brilla a través de la ventana e ilumina un viejo baúl. Lo abres y descubres que contiene algunas bellas prendas de vestir. Te intriga particularmente una chaqueta o camisa de seda; así que la coges. Admiras su fino material y te atrae su color. Te la pruebas y te asombra comprobar que te queda perfecta.
Este descubrimiento te entusiasma, porque te hace sentir que ha sido confeccionada para ti.
Ves un movimiento en un rincón del cuarto y te das cuenta de que la persona que vive en esa casa ha estado allí desde que llegaste. Te sonríe y dice: “Te he estado esperando. Tómala, es tuya. La seda te protegerá; así que úsala cuando sientas que la necesitas”.
Agradece el regalo a aquella sabia persona y continúa la conversación del modo que consideres oportuno.
Ahora te despides y abandonas la casa sin quitarte la prenda que te han regalado. Retornas a la situación difícil, pero esta vez sabes que la seda te protegerá.
Mientras la persona o personas hostiles se burlan de ti o te miran con desdén, compruebas que sus palabras y miradas no consiguen atravesar la seda, sino que simplemente rebotan sobre ella. Soportas su agresión con calma y dignidad porque sabes que no pueden hacerte daño. Su antagonismo disminuye de forma paulatina.
Permite que la situación se diluya poco a poco, y luego busca un sitio seguro donde guardar tu preciosa prenda de seda. Afírmate que cuando te sientas amenazado te la pondrás, confiando en sus poderes protectores........